El collage o colaje es una técnica artística que consiste en ensamblar elementos diversos en un todo unificado. El término se aplica sobre todo a la pintura, pero por extensión se puede referir a cualquier otra manifestación artística, como la música, el cine, la literatura o el videoclip. Viene del francés coller, que significa pegar.
En pintura, un 'Kollaje' se puede componer enteramente o solo en parte de fotografías, madera, piel, periódicos, revistas, objetos de uso cotidiano, etc. Aunque se considera que fue Picasso quien inventó el colaje en 1912 con su pintura Naturaleza muerta con silla de rejilla, está en discusión si fue primero Picasso o Georges Braque El primero había pegado fotografías a sus dibujos en fechas tan tempranas como 1899, y en la primavera de 1912 incorporó hule en forma de rejilla a su citada pintura Naturaleza muerta con silla de rejilla. Pero el segundo realizó a finales del verano de aquel año los primeros papiers collés al incorporar a sus obras recortes de papel pintado comercial que imitaba madera, uno de cuyos ejemplos es Tête de femme (1912). En aquel momento, los dos artistas se habían instalado en Sorgues, si bien Picasso se encontraba de viaje en París cuando Braque compró el papel y realizó estas obras. A su vuelta Picaso se entusiasmó con el descubrimiento de su amigo y los dos se lanzaron a introducir en sus pinturas recortes de diarios o revistas, etiquetas de licores o cigarrillos, y también papeles coloreados. Juan Gris rápidamente entendió la potencia del hallazgo y lo empleó también. El Futurismo lo adaptó también sin problemas -hay ejemplos de Carlo Carrà y Giacomo Balla- y los dadaístas multiplicaron sus posibilidades expresivas y conceptuales de la mano de Hans Arp, Marcel Duchamp, Hanna Hoch, Kurt Schwitters o George Grosz. De hecho, los dadaístas berlineses, que reivindicaban para sí mismos la denominación de "montadores" frente a la épica del "artista", se consideran los inventores del fotomontaje, una técnica realizada a partir de la fotografía en combinación o no con la tipografía impresa, en la que los vanguardistas rusos, como El Lissitzky, Aleksandr Ródchenko o Solomon Telingater, fueron auténticos maestros.
Del collage se depuró un principio previo o técnica cuyo primer creador fue al parecer el dadaísta Marcel Duchamp: el "objeto encontrado", según la cual cualquier cosa que elige un artista es sacralizada como "arte", desde una piedra que llama su atención en un camino a una imagen que le gusta en una revista. De ahí a la amalgama de "objetos encontrados" o collage hay sólo un paso.
El collage ha sido usado, pues, en las vanguardias históricas de principios del siglo XX: Futurismo, Cubismo, Dadaísmo, Surrealismo, Constructivismo... Artistas plásticos que frecuentemente han usado esta técnica incluyen a Max Ernst, Juan Gris, Georges Braque, Marcel Duchamp, Man Ray, Raoul Hausmann, Antoni Tàpies, Jasper Johns y el artista mexicano Alberto Gironella. Asimismo es una técnica habitualmente empleada por los creadores del Arte correo en la difusión de sus trabajos. Existen nuevos grupos literarios que están implementando el collage colectivo como técnica de composición de textos.
Hannah Höch
"Miembro activo del dadaísmo berlinés y reina del fotomontaje, Hannah Höch defendió su lugar en el mundo, predominantemente masculino, de las vanguardias, ironizando sobre los tópicos femeninos y ensalzando a esa nueva mujer alemana que emergía de la Primera Guerra Mundial.
Hannah Höch nace en noviembre de 1889 en Gotha y crece en un ambiente familiar muy disciplinado. Al cumplir los 15, nace su hermana menor y se ve obligada a abandonar el liceo femenino para hacerse cargo de ella hasta que cumpliera los seis años, por lo que sus estudios se retrasaron considerablemente. Ya tenía 22 años cuando entra a estudiar en la Escuela de Artes y Oficios de Charlottenburg. Allí le conceden una beca para viajar a la exposición gremial de Colonia, donde le sorprende el estallido de la Primera Guerra Mundial. En el artículo escrito por ella misma en 1958, titulado Una visión sobre mi vida, narra como aquella catástrofe supuso el derrumbamiento de su propia visión del mundo.
En 1915 puede regresar a Berlín para seguir estudiando. En ese mismo año conoce a Hausmann, con el que vivirá una tormentosa relación sentimental que durará casi siete años. Durante todo este tiempo, Hannah compagina sus estudios artísticos con su trabajo en la editorial Ullstein, para la que realiza bordados y diseños para vestidos y pasamanería.
De la mano de Hausmann entrará en contacto con el círculo dadaísta, que había sido impulsado, en 1918, por Richard Huelsenbeck, miembro fundador de Dadá en Suiza, y que, a su regreso a Berlín, encontrará un suelo muy fértil para sembrar la semilla del movimiento.
Pronto comenzaron las veladas artísticas y las matinés, que encontraron en la "burguesía intelectual" un público proclive a utilizar todas y cada una de las provocativas protestas del dadaísmo.
Fascinada por los avances que experimentaron las mujeres de su época, Hannah desarrolla la técnica del fotomontaje al servicio de una nueva concepción del cuerpo femenino y de los valores de género cambiantes en su país, siempre con un toque de humor e ironía, con figuras humanas en las que los rasgos europeos se mezclan con los de culturas exóticas, como la africana o la japonesa. Todo ello, sin renunciar a la pintura de carácter geométrico y constructivista.
En 1920, mientras su relación con Hausmann se iba deteriorando, huyó a Italia, donde conoció al círculo de Prampolini, que también había realizado incursiones en el Dadaísmo. En 1922 se separa definitivamente de Hausmann y comienza a exponer de forma regular en el Novembergruppe.
Vivió una larga relación de amistad con, el también dadaísta, Kurt Schwitters, quien reproduce algunos de los dibujos de Höch en su revista Merz. Confraternizará con Tzara, a quien conoció en París en 1924; Arp; Theo van Doesburg o Lazslo Moholi-Nagy, así como con otras figuras influyentes del arte.
En 1926, en Holanda, conoce a la escritora Til Brugman, de la que se enamorará y con la que vivirá un romance de nueve años.
En 1933, año del ascenso de Hitler al poder, sufre una hiperfunción del tiroides y, aunque la operan con buenos resultados, pasará un año debatiéndose entre la vida y la muerte. Durante la contienda, permaneció en Alemania viendo como el resto de sus amigos dadaístas partían al exilio ante la persecución nazi. Los años de la guerra son especialmente duros, pues se verá hostigada por los nazis y verá como su nombre aparece citado como ejemplo de artista bolchevique.
Tras romper con Brugman conoce al pianista Kurt Matthies, con quien se casará y por quien será abandonada en 1942. Al terminar la contienda reanuda los contactos con el mundo del arte, exponiendo en modestas muestras de barrio. Se interesa por los adelantos de la técnica y sigue recortando imágenes de revistas y periódicos con los que compone obras de tipo orgánico o semi-abstractas de gran fuerza visual. A pesar de sus problemas en la vista, continúa sus fotomontajes, en los que la imagen de la mujer aparece tratada de forma irónica y burlona.
Es en 1953 cuando le llega el reconocimiento, al adquirir el MOMA tres obras suyas. Después vendrán numerosas retrospectivas en los museos más importantes. Su vida se apagará en 1978, tras sesenta años de actividad artística.
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